Hay un refrán que dice: «Las viejas costumbres no abren nuevas puertas». Ahora es bastante obvio que la relajación del bloqueo por Coronavirus/COVID-19 (también conocido como quedarse en casa) sólo será gradual, en la mayoría de los países. Sea cual sea la «nueva normalidad», va a ser muy diferente a lo que estábamos acostumbrados. ¿Cómo se adaptarán los fabricantes y distribuidores a estos cambios revolucionarios?
La transformación digital, la revolución empresarial y de TI que Gartner Research reclamó en 2017, ya no es una empresa que intentan unas pocas organizaciones. Las viejas formas han desaparecido. Para hacer frente al trabajo a distancia, al distanciamiento físico en el lugar de trabajo y a otras nuevas formas de trabajar, las empresas buscarán qué puede hacer la tecnología para ayudarles; en otras palabras, empezarán a digitalizarse. Las empresas que no entiendan que las cosas han cambiado no sobrevivirán.
¿Qué cambios es probable que veamos? Para ser ágil y estable, hay que digitalizarse
Las empresas aspiran a ser estables, pero ahora se dan cuenta de que necesitan ser ágiles. ¿Con qué rapidez puedes adaptarte si algo en el mercado cambia rápidamente, como ha sucedido, y tienes que cambiar tu forma de hacer las cosas? ¿Cómo seguir funcionando si algo así volviera a ocurrir, por ejemplo, en una segunda o tercera oleada? Tiene que buscar soluciones que le permitan cambiar esos elementos clave de su cadena de suministro, operaciones de producción y actividades de envío sin grandes trastornos.
Sus empleados necesitan acceder a transacciones, procesos y datos de trabajo estén donde estén, y aún así necesitan hablar entre ellos, es decir, colaborar. La tecnología ya está a su disposición para permitir nuevas prácticas de colaboración.
¿Cómo puede proporcionar acceso a políticas, transacciones y datos cuando la información es tan dinámica? Los asistentes digitales, o chatbots, pueden ofrecer alivio en algunas áreas, como las consultas comunes o básicas, de modo que su personal pueda quedar libre para cuestiones más complejas.
Gestión del inventario
Hay artículos que no se mueven, otros que se agotan inesperadamente. ¿Cómo identificar y localizar rápidamente los artículos o piezas, especialmente los críticos? Necesita un sistema moderno de gestión de inventarios.
Es probable que muchos de sus planes de ventas y operaciones hayan cambiado significativamente. ¿Ha buscado soluciones (no hojas de cálculo) que pueda utilizar para los planes de producción y abastecimiento con el fin de equilibrar la producción con la demanda, y hacerlo rápidamente?
La capacidad de rastrear e informar sobre el origen y la manipulación de artículos o piezas es ahora aún más importante para garantizar que lo que utiliza es seguro. Del mismo modo, sus procesos y prácticas de control de calidad deben actualizarse y cumplir los requisitos más estrictos. ¿Le permitirán hacerlo sus herramientas y tecnología actuales?
Reevaluar la cadena de suministro
La antigua cadena de suministro globalizada no desaparecerá, pero sin duda cambiará. Pasaremos de una era de globalización a otra de regionalización, en la que las empresas busquen proveedores más cercanos?
Para reducir el riesgo de suministro, las empresas pueden tratar de añadir nuevos proveedores a su base actual. Las viejas formas de llamar a nuevos proveedores y validar sus cualificaciones ya no bastan, sobre todo cuando se puede hacer digitalmente. Entonces, ¿de qué plataformas dispone para gestionar a los proveedores y los pedidos que les envía? Además, ¿no debería plantearse plataformas de mensajería colaborativa en las que pueda incluir a clientes y proveedores para mejorar la entrega y el servicio al cliente?
¿Cómo cambiarán las fábricas?
Los fabricantes tendrán que recuperarse primero -por ejemplo, mejorar la liquidez y el capital circulante- antes de plantearse la reconversión. A pesar de ello, muchos trabajos de fabricación se realizan in situ y no pueden hacerse a distancia. Lo que habrá que hacer de inmediato es disminuir la densidad de trabajadores en todo el proceso de producción? Esto significa que es hora de empezar a explorar cómo se pueden implantar tecnologías de automatización, en el movimiento de materiales y la producción, y utilizando el Internet industrial de las cosas.
Si los clientes buscan más proveedores locales, ¿habrá un impulso para acercar la fabricación a casa en la medida de lo posible?
Trasladar la infraestructura a la nube
Para permitir el trabajo desde casa (WFH) necesitará una mejor infraestructura para la colaboración, el uso compartido de aplicaciones y datos, el rendimiento de la red, la capacidad de hardware VPN y la asistencia al usuario. Ahora puede ser el momento de evaluar la rentabilidad de utilizar proveedores de nube pública en lugar de hacerlo internamente.
Reuniones físicas frente a virtuales
Las conexiones físicas seguirán siendo importantes. No todos nos limitaremos a socializar o a trabajar a través de llamadas de Zoom cuando acabe esta pandemia.
¿Qué pasará con las reuniones cara a cara? Si usted presta un servicio y parte del tiempo que factura a un cliente es por el coste de desplazarse hasta su lugar de trabajo, ¿preferirá que se reúnan por Internet? ¿Qué nuevas oportunidades pueden abrirse reuniéndose virtualmente, por ejemplo, mejores formas de hablar con clientes lejanos o internacionales?
En eventos presenciales, como conferencias y seminarios, puede que se pierda parte de la red de contactos y las conversaciones «accidentales» si se recurre a la red virtual, pero aún así se pueden obtener los principales beneficios del evento, la información y los conocimientos. Tengo datos anecdóticos de dos seminarios celebrados recientemente en línea en los que el público, que tuvo que inscribirse, superó en varias veces el número de asistentes que normalmente habría asistido a los seminarios en persona.
Los eventos en línea reducen drásticamente los costes, por lo que podría programar eventos más regulares, con contenidos de calidad, directamente para las personas que los necesitan, cuando los necesitan, sin que tengan que desplazarse para conseguirlos.
¿Qué tendrán que cambiar las organizaciones?
Un informe de McKinsey comentaba que, de las 21 claves del éxito, tres están relacionadas con las capacidades digitales de la mano de obra, entre ellas:
Capacitar a las personas para trabajar de nuevas formas
Actualizar digitalmente las herramientas cotidianas
Cambie su forma de comunicarse. Por ejemplo, abandone los canales tradicionales que solo admiten la comunicación unidireccional (como el correo electrónico) en favor de plataformas más interactivas que permitan diálogos abiertos en toda la organización.
Otras claves del éxito son los cambios en la plantilla:
Garantizar que las personas que desempeñan funciones clave participen en el refuerzo del cambio.
Nuevas formas de trabajar, así como cambios en la cultura general de la organización, para que los empleados puedan trabajar de forma diferente y seguir el ritmo acelerado de los negocios.
La tecnología puede ayudar, pero también serán necesarios cambios organizativos, sociales y culturales.
La novelista Arundhati Roy terminaba un artículo que escribió recientemente con esta observación:
«Históricamente, las pandemias han obligado a los humanos a romper con el pasado e imaginar su mundo de nuevo. Esta no es diferente. Es un portal, una puerta entre un mundo y el siguiente. Podemos elegir atravesarlo, arrastrando… nuestros bancos de datos e ideas muertas, nuestros ríos muertos y cielos humeantes tras nosotros. O podemos atravesarlo ligeros, con poco equipaje, dispuestos a imaginar otro mundo».
¿Te ha llevado el bloqueo/cuarentena a replantearte algunas de las cosas personales que solías hacer, a cambiarlas o a idear otras completamente nuevas? No traigas el bagaje de viejas prácticas y políticas al mundo post-COVID. Por el contrario, las empresas que triunfen serán las que determinen y aprovechen las nuevas prácticas, sin abandonar prematuramente las que todavía se aplican en la época anterior a la epidemia.
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