5 maneras en que los fabricantes australianos serán más competitivos en el difícil período posterior a la pandemia

En los últimos meses ha cobrado fuerza el movimiento a favor de los productos locales fabricados en Australia. El movimiento «compre local» empezó a cobrar fuerza durante la temporada de sequía e incendios forestales y ha seguido siendo impulsado por COVID-19, que reveló la vulnerabilidad de la cadena de suministro del país y su dependencia de los productos manufacturados a escala mundial. Como consecuencia, los australianos desconfían de los productos fabricados en el extranjero y han empezado a optar por los «hechos en Australia» para apoyar la economía local y la creación de empleo.

 

La cuestión ahora es cómo pueden los fabricantes australianos mejorar su competitividad de precios frente a los proveedores extranjeros para mantener a largo plazo esta fidelidad al Australian Made.

 

1 – Romper los silos de la cadena de suministro para ofrecer más visibilidad

 

Los clientes de hoy tienen una actitud de gratificación instantánea y una expectativa de pedido a entrega de uno o dos días, en parte debido al «efecto Amazon». Esto obliga a las empresas a tener constantemente a mano una gran variedad y cantidad de existencias listas para su envío inmediato. A la inversa, la presión para controlar los costes empuja a las empresas a reducir los niveles de inventario.

 

La única forma de abordar eficazmente esta dicotomía es desarrollar y mantener una cadena de suministro racionalizada con total visibilidad desde el pedido de compra hasta la entrega. Las soluciones integradas de visibilidad de la cadena de suministro permiten una disponibilidad óptima de los productos y, al mismo tiempo, minimizan el capital inmovilizado en inventario. Desgraciadamente, lograr una integración y visibilidad plenas es un gran reto debido a la naturaleza aislada de las cadenas de suministro de muchas organizaciones.

 

2 – Optimización de los costes laborales operativos

 

Los costes laborales son probablemente la partida más elevada del balance de una empresa, y el hecho de ser uno de los países mejor pagados del mundo hace de este problema una de nuestras barreras a la competitividad. Por lo tanto, una estrategia de reducción de costes exitosa debe equilibrar suficientemente la dotación de recursos y el control de costes. Aunque despedir a parte de la plantilla puede parecer la solución más rápida y fácil para reducir los costes laborales en la fabricación, puede que no sea la mejor manera de resolver el problema. El coste de encontrar y formar nuevos empleados es extremadamente elevado.

 

La producción ajustada elimina los procesos de fabricación sin valor añadido. Cuando se aplica con eficacia, la producción ajustada aumenta significativamente la productividad de la mano de obra, reduce las existencias y acorta considerablemente los tiempos de producción. Fundamentalmente, con un proceso de producción más eficiente, los empleados pueden producir más unidades, lo que reduce el coste laboral por unidad.

 

La sobreprogramación es también una fuente importante de costes laborales en cualquier planta. Cuando los responsables de la toma de decisiones tienen acceso a datos incorrectos sobre las demandas de producción, su programación no es más que la mejor suposición. Sin embargo, si se utiliza un software de programación predictiva basado en sofisticados algoritmos, es posible optimizar la programación de los empleados. Esto permite a los directivos anticiparse a la demanda de producción entrante y tomar las decisiones de programación a partir de esos datos. Esto garantiza que la empresa dispone de los recursos adecuados para satisfacer la demanda y elimina costes laborales innecesarios.

 

3 – Reimaginar el entorno de trabajo

 

Debe considerarse la incorporación de nuevos factores en torno al distanciamiento social, la mejora de los protocolos de higiene o una mayor capacidad de recuperación de la mano de obra. Para cumplir las directrices de distanciamiento social, todos los empleados del almacén deben llevar equipo de protección y debe haber rutas unidireccionales estrictas a través del almacén.

 

Nuestra situación actual ha presentado una oportunidad ideal para impulsar los planes de digitalización. Todo el personal de oficina debería poder trabajar ahora completamente desde casa, y las funciones del centro de llamadas de Atención al Cliente pueden trabajar con normalidad con el equipo conectado a distancia.

 

La mayoría de las tareas administrativas de los almacenes pueden digitalizarse por completo y, por tanto, prescindir del papel. Los clientes también pueden acceder a los productos que desean comprar a través de un sitio de comercio electrónico, lo que les permite comprobar los precios y la disponibilidad de existencias.

 

4 – Ciclos de trabajo de 24 horas para reducir el número de personal in situ simultáneamente

 

Las empresas deben adaptar los patrones de turnos, los turnos y las listas de turnos para apoyar el bienestar de los empleados y la capacidad operativa durante la pandemia de coronavirus. La planificación y la gestión del personal pueden ayudar a las organizaciones a adaptarse tanto a la crisis inmediata como al futuro incierto al que todos nos enfrentamos.

 

Al obtener una mejor visibilidad y control de los aspectos fundamentales, las organizaciones estarán en mejores condiciones de navegar por un panorama cambiante y podrán anticiparse y responder a la volatilidad de la demanda y a los factores que influyen en la oferta de mano de obra.

 

5 – Invertir en tecnología

 

Ahora es el momento perfecto para que los fabricantes que quieran aprovechar el deseo de comprar productos australianos se aseguren de que sus empresas funcionan a su nivel óptimo desde el punto de vista informático. Actualizar su tecnología obsoleta debería ser la prioridad, incluida la actualización de versiones antiguas de software ERP, a las últimas versiones.

 

También deberían considerar la posibilidad de acelerar sus estrategias digitales para poder suministrar directamente al consumidor siempre que sea posible, ya que muchos consumidores se quedarán en casa en un futuro previsible, y prescindir del intermediario mantendrá unos precios competitivos.

 

Si se tienen en cuenta estos cinco sencillos pasos, los fabricantes australianos estarán mejor posicionados para aprovechar esta oportunidad de reactivar el sector manufacturero local. Y ahora mismo, nuestra soberanía económica se logrará haciendo que nuestro sector manufacturero sea más competitivo, resistente y capaz de triunfar en el difícil mercado pospandémico.

 

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