¿Hasta qué punto son seguros los implantes mamarios hoy en día?

En 2019, un fabricante retiró sus implantes mamarios texturizados en todo el mundo. Se sospecha que las almohadillas de silicona causan el raro cáncer de ganglios linfáticos linfoma anaplásico de células grandes (ALCL). Aunque, se trataba de un riesgo muy aislado, se abrió un debate sobre la seguridad de los implantes mamarios. Pero, ¿hasta qué punto son seguras las almohadillas de silicona que se utilizan hoy en día? ¿Con qué riesgos tienen que contar las pacientes y qué investigan los expertos en el campo de la reconstrucción y el aumento de pecho?

¿El triunfo del gel de silicona?

A lo largo de los años, los médicos han experimentado con diferentes sustancias en el campo del aumento de pecho. La primera operación, en 1895, fue de un tumor de grasa. A continuación se realizaron experimentos con bolas de vidrio, cartílago bovino, cera de abeja, soja o con el material termoplástico polietileno. Hasta hace unos años, las soluciones salinas también se utilizaban como rellenos para los implantes mamarios. Sin embargo, la superficie del implante puede arrugarse y también existe un cierto riesgo de que el implante gotee. Hoy en día, la mayoría de los implantes mamarios consisten en una cubierta de silicona rellena de un gel de silicona. En comparación con los implantes salinos, muy duros, se asemejan al aspecto y al tacto del pecho natural. El material ha sido considerado inofensivo en la tecnología médica durante décadas. En cuanto a la superficie, se han impuesto las almohadillas de silicona lisas y texturizadas.

Indicaciones estéticas y médicas

No en vano, debido a la llegada de las redes sociales, el deseo de tener un pecho perfectamente formado ha aumentado. Los selfies y los vídeos optimizados con filtros de cámara garantizan la presencia constante del ideal de belleza actual. Pero no sólo hay razones estéticas para la cirugía mamaria. Si hay que extirpar el tejido de la glándula mamaria a causa del cáncer, el pecho puede reconstruirse con la ayuda de diversos procedimientos de reconstrucción. Además, unos pechos desiguales o relativamente pequeños o grandes pueden causar malestar emocional. Independientemente de que el paciente tenga una indicación estética o médica, toda operación conlleva ciertos riesgos, por lo que debe sopesarse junto con un especialista.

¿Qué complicaciones debo esperar?

Como en cualquier procedimiento quirúrgico, el aumento de pecho puede provocar hemorragias, problemas de cicatrización o infecciones. También en este caso se aplica lo siguiente: si un médico con cualificación demostrada realiza la operación, se reduce el riesgo de efectos secundarios. Especialmente los médicos que operan con frecuencia están más capacitados para evaluar los posibles riesgos y tratarlos adecuadamente. La complicación más frecuente sigue siendo la fibrosis capsular, es decir, el rechazo del implante. En este caso, el cuerpo reacciona a la almohadilla de silicona formando una vaina de tejido conectivo, que puede provocar un doloroso endurecimiento con el tiempo. En las primeras fases, la fibrosis capsular puede tratarse con una terapia no quirúrgica. Sin embargo, si es grave y dolorosa, se realiza la extirpación quirúrgica de la cápsula y, si es necesario, la sustitución del implante. Sin embargo, gracias a los materiales innovadores y a las mejores técnicas quirúrgicas, la fibrosis capsular es menos frecuente hoy en día.

Otra reacción del sistema inmunitario a los implantes de silicona es un cuadro clínico denominado «enfermedad de los implantes mamarios (EIM)». Los afectados se quejan de fatiga, dolor en las articulaciones, problemas de concentración o erupciones cutáneas. Aunque los estudios científicos aún no han podido establecer una relación entre los implantes mamarios y la IBE, no se puede descartar con absoluta certeza. Si hay una fuerza externa masiva, el implante mamario también puede romperse o estallar. En este caso extremadamente raro, la almohadilla de silicona defectuosa también debe extraerse quirúrgicamente.

Los pacientes y los médicos deben prestar atención a estas tres cosas

Básicamente, hay tres cosas que hay que tener en cuenta antes de un aumento de pecho. Lo primero y más importante es el sistema inmunitario del paciente. Los implantes que se comercializan actualmente representan un cuerpo extraño con el que nuestro sistema inmunitario tiene que lidiar. Tanto la superficie como el relleno son importantes. Para que el implante crezca sin desplazarse y se integre bien en el cuerpo, se han desarrollado superficies especialmente rugosas. Estas denominadas macrotexis conducen con menor frecuencia a la ya mencionada fibrosis capsular. Por otro lado, la naturaleza texturizada de los implantes es una carga constante para el sistema inmunitario. En casos raros, esto puede conducir a una respuesta inmune excesiva de las células T, el «linfoma atípico inducido por implantes de mama (BIA-ALCL)».

Un segundo punto importante es la elección del material con el que se fabrica el implante. Por un lado, se trata del tacto y el aspecto del pecho deseado. Por otro lado, en casos extremadamente raros, el material de relleno puede salirse y entrar en contacto con el interior del cuerpo. En este contexto, se recuerda sin duda el escándalo de la empresa francesa Poly Implant Prothèse (PIP) en 2010, que vendía implantes mamarios de silicona industrial barata y no homologada. La marca de calidad de la UE, la llamada marca CE, ayuda a elegir el material adecuado. Los implantes mamarios probados según esta norma desde 2001 se consideran especialmente seguros gracias a su gel de silicona a prueba de fugas y reticulado.

Otro paso hacia una mayor seguridad para los pacientes es la Ley de Establecimiento del Registro de Implantes (EIRD). Para poder informarles más rápidamente en caso de anomalías en el producto, en el futuro todos los implantes mamarios deberán estar registrados en todo el país. A partir de mediados de 2021, los primeros implantes mamarios se registrarán de forma centralizada.

El tercer punto se refiere a la elección del cirujano adecuado. Quien decida someterse a un aumento de pecho debe prestar especial atención a la elección del médico.

Conclusión

Los implantes mamarios utilizados hoy en día se consideran muy seguros. En 2011, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) publicó un informe que aborda la evidencia clínica y científica actual en relación con los implantes mamarios de gel de silicona. Confirma que los implantes rellenos de gel de silicona son seguros y eficaces. El requisito previo es que se utilicen según lo recomendado por la directriz. Cualquiera que se plantee un aumento de pecho debe prestar especial atención a un sistema inmunitario intacto y a la elección correcta del relleno y del cirujano. En el futuro, el aumento y la reconstrucción mamarios utilizarán las células del tejido conjuntivo de la propia paciente, que no son rechazadas por el organismo. Los materiales que se convierten completamente en tejido conectivo también pertenecen al futuro.