Vehículo de pruebas BMW Power BEV: Serie 5 eléctrico con 720 CV

El vehículo de pruebas «Power BEV» de BMW en la #NextGen 2019 demuestra lo que es posible cuando se introducen los motores eléctricos de 5ª generación de BMW en un Serie 5 G30. El Serie 5, que prácticamente no ha cambiado de aspecto, cuenta con tres motores eléctricos bajo su carrocería y alcanza así una potencia del sistema de 530 kW o 720 CV. Cuando se recurre a toda la potencia, el sprint de 0 a 100 km/h se logra en «bastante menos de 3 segundos».¿Buscas una furgoneta segunda mano? En furgonetas de ocasión Crestanevada las encontrarás al mejor precio.

 

El vehículo de pruebas BMW Power BEV (Battery Electric Vehicle) no sólo muestra lo que es técnicamente posible con el uso consecuente de la tecnología eléctrica actual. También se pretende que sea un vehículo que, además de una dinámica longitudinal brillante, pueda marcar puntos con una dinámica lateral asombrosa. Por ello, los desarrolladores del chasis y la transmisión han trabajado codo con codo para dotar al vehículo, entre otras cosas, de una tracción total muy ágil.

 

La clave de la elevada dinámica de conducción del BMW Power BEV es un diseño que permite controlar por separado las dos máquinas eléctricas del eje trasero: cada máquina acciona sólo una de las dos ruedas traseras. El resultado es una potente vectorización del par electrónico que funciona de forma más eficaz y sensible que cualquier diferencial de deslizamiento limitado convencional y puede apoyar de forma proactiva la dinámica de conducción con intervenciones específicas.

 

Los tres motores eléctricos del BMW Power BEV no sólo son extremadamente potentes, sino que además no necesitan tierras raras y, por tanto, se ven menos afectados por la creciente escasez de materias primas en el campo de los motores eléctricos. En el próximo BMW iX3, esta quinta generación de motores eléctricos se utilizará por primera vez en la producción en serie. Sin embargo, el SUV de tamaño medio vendrá inicialmente con un solo propulsor y, por lo tanto, sólo alcanzará un tercio de la impresionante potencia del sistema Power BEV de 720 CV.

 

A pesar de la posterior integración del complejo e-drive, el interior del vehículo de pruebas BMW Power BEV pudo conservarse por completo y sin restricciones. De este modo, los ingenieros también querían demostrar que no se trataba sólo de un coche de exposición clásico: La conducción altamente dinámica del BMW Power BEV sería realmente factible.

 

Lo que sigue sin respuesta, sin embargo, es la cuestión de la autonomía del coche eléctrico: presumiblemente, el Serie 5 Sedán no ofrece espacio suficiente para alojar una batería de gran tamaño para una autonomía práctica. Aquí es precisamente donde queda claro por qué el Power BEV es expresamente un vehículo experimental y no un anticipo de un vehículo de producción. Sin embargo, el intenso trabajo realizado en el proyecto muestra ciertamente por dónde puede ir el camino en términos de e-movilidad: Incluso la posición de un BMW M5 podrá representarse algún día sin motor de combustión.