El rebelde del segmento: Prueba Toyota C-HR Hybrid

Si quieres un todoterreno, puedes tenerlos de todos los colores y formas. No hay límites. Es difícil añadir algo «nuevo», pero en el caso del Toyota C-HR Hybrid, lo consigue. El crossover combina un SUV con un coupé, se basa en la nueva plataforma TNGA y, sobre todo, aporta al segmento las ventajas de conducción dinámica de un coupé. ¿Quieres comprar un coche de ocasión en Madrid? En el concesionario Crestanevada de coches de segunda mano Madrid podrás encontrar el coche de tus sueños al mejor precio.

Nueva plataforma, nuevo diseño, nuevas formas: Toyota C-HR Hybrid

La Nueva Arquitectura Global de Toyota (TNGA) es el eje central del C-HR. Convierte el crossover en un coupé en más de un sentido. El RAV4 podría haberse convertido en un coupé, pero habría tenido menos posibilidades de impresionar a los clientes jóvenes a los que iba dirigido. Se necesitaba algo completamente nuevo. Un libro blanco, como se suele decir. El Toyota C-HR Hybrid nació sobre este papel y no sólo aporta novedades visuales al segmento, sino también más dinamismo del esperado.

El bajo centro de gravedad de la nueva plataforma hace que el C-HR sea ágil y maniobrable, algo que no esperarías desde fuera. Parece musculoso, potente y fornido. En la parte delantera, al igual que en la trasera, la carrocería se estrecha hasta adoptar una ligera forma de V. Esto se acentúa en la parte delantera con los faros LED (opcionales). También en la parte trasera, el «Coupé High-Rider» causa una poderosa impresión. El crossover presenta aquí incluso pasos de rueda «gordos». Pero el alerón alargado del borde del techo también es algo especial. Desde los primeros segundos, este coche simplemente quiere polarizar y quizás incluso provocar un poco.

Típico de Toyota: el híbrido es imprescindible

Las cadenas cinemáticas, en cambio, son más bien sobrias, como es típico en Toyota. Un pequeño y eficiente motor turbo de 1,2 litros con 116 CV o el conocido motor híbrido con 122 caballos. Este último ha sido revisado y hace que el tráfico de parada y arranque sea más relajado, especialmente en ciudad. Con un poco de energía recuperada, ya rueda mucho más limpio por el centro de las ciudades. La transición entre el motor eléctrico y el de combustión es más suave que nunca, y el consumo de combustible a temperaturas gélidas es ligeramente superior al declarado.

El conductor, por su parte, se encuentra en un puesto de conducción completamente rediseñado. En consonancia con la parte coupé del nombre, la línea del techo es plana, pero el asiento es bastante alto gracias al crossover. Por ello, los asientos y el salpicadero se sienten muy juntos. Se inclinan claramente hacia el conductor y lo ponen en el punto de mira. Todo es nuevo: la pantalla, los instrumentos, el diseño, incluso los elementos decorativos.

En resumen, Toyota no ha reinventado la rueda, sino que ha insuflado nueva vida a un segmento saturado. Más información sobre este tema en el informe de la unidad de vídeo.